Visitas

martes, 26 de octubre de 2010

Retales de una alfombra


Esperando el mismo autobus, en la misma parada. Todo igual.
El sol, la catedral, la dinámica.
Solo hay un cambio, donde radica el valor de la situación: distinta dirección. Parece que sucedió en un tiempo lejano, en realidad, sólo han transcurrido cuatro días. Parece que la maleta lleva el mismo peso, no caigamos ante tal obviedad. Llevo muchísimo más equipaje que cuando llegue.
Sólo el valor de los recuerdos, ya ocupa otra maleta entera. La felicidad experimentada durante estos días ha sido MAYÚSCULA. Vivía sin hora, sin fecha, sólo relacionándome con la realidad de una ciudad que cautiva y con grandes personas.
Llegándome a sentir en un verdadero hogar. Curioso. Sentirse como en casa, en tan sólo cuatro días. Conectar tanto en un lugar como para anhelar construir tu propia rutina en él. Quedarse prendada de esa tierra... Quiero un futuro en Granada, y desearía que no fuera muy lejano.
Se han tejido grandes momentos en este viaje, tanto que creo que, sin apenas darme cuenta, tejí una alfombra entera sin saberlo.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Algo tan absurdo...


Algo tan absurdo como SUSPIRAR.
Hoy, durante todo el día, no he dejado de suspirar. Ya no recuerdo cuantas veces ha salido inconscientemente un suspiro de dentro de mí. Algo tan básico como la acumulación de tristeza, ilusiones y decepciones acumuladas en un solo gesto. Esa aglomeración busca la salida al exterior expresándose mediante eso: un simple suspiro.
Espontáneamente, así surgen. Sin que me pare a reflexionar sobre ello, sin que conscientemente sienta algún tipo de tristeza en ese preciso instante. Simplemente busca su exteririozación, sorprendiéndome a mí misma.
Hoy, durante todo el día, no he dejado de suspirar.
Mi vida ha tenido muchísimo sentido, muchísima actividad durante estas últimas semanas. Me atrevería a decir que una actividad bastante frenética, que pocas personas pueden aguantar (posiblemente dentro de unos años incluso yo misma desista). He sido muy FELIZ durante todo este verano, especialmente estas últimas semanas. Incluso recordándolo, derrocho alegría. Vivir al límite, sin preocupaciones, sólo disfrutando de cada instante y arriesgándome hasta el final. La mayoría me tacharían de loca, yo me conformo con definirme soñadora, una aventurera improvisada. De aquellas que no se conforman con nada, exigente con la rutina y modificándola a su antojo.
Posiblemente esta tristeza que me presiona el pecho desaparezca, gracias a la actividad del día a día. La transición de etapas es dura porque sólo se ve lo que se deja atrás, sin visualizar el futuro y, lo peor de todo, es que nos ciega el presente. Guardaré mi luto hasta que los recuerdos sean cada vez más lejanos, hasta que no sean de aquellos que sucedieron anteayer. De lo que sí que estoy segura es que serán más leves pero difícilmente desaparecerán y siempre trazaran una sonrisa en mi rostro. Pero algo que no voy a permitir que pase es que la rutina me coma por dentro, porque sé que si un día está agria yo le deberé poner azúcar para endulzarla y, si un día está amarga yo le intentaré poner sal para sazonarla. Significa, pues, que debo afrontar esta etapa con ilusión intentando superar la que dejo atrás. Es razonable que hoy no pueda parar de suspirar. No hay problema.
Mañana será otro día, mañana trazaré otro objetivo, mañana me superaré a mi misma, sin olvidar lo magnífica que puede ser esta ruleta rusa llamada vida.

viernes, 25 de junio de 2010

23 Junio 2010


La víspera de Sant Joan me dirigía en tren a disfrutar de la noche más corta del año y, como algunos auguran , una noche màgica. En mi tren iban todas las víctimas del accidente ferroviario acontecido en Castelldelfels Platja. Yo viví ajena a la catastrófe hasta el día siguiente, mi tren continuó sin percatarse del desastre hasta finalizar su destino, yo bajé en Sitges y para mi empezó allí la noche de diversión. Ironías de la vida: yo disfruté de la noche de Sant Joan cuando acababa de ocurrir un desastre de tal magnitud a pocos metros de mí.
Al día siguiente, debo volver a Barcelona y, en la estación de Sitges ya se palpa en el ambiente las consecuencias de la tragedia. Los trenes de media distancia, a lo lejos, vienen pitando, la gente lo más alejada de las vías, algunos trenes pasan tan lentos, aunque no se tengan que detener en la estación sólo por precaución, que puedes distinguir la cara de sus pasajeros.
Al llegar a la estación de Castelldefels Platja…
Pondría la mano en el fuego porque en estos momentos todos estamos pensando lo mismo. Todas nuestras mentes están enfocadas hacia un mismo pensamiento: la desgracia de ayer por la noche. Dudo que alguien se atreva a alzar la voz pero todos tenemos en mente el mismo suceso y, lo peor de todo, es que somos conscientes de ello. Aunque nadie lo exteriorice, cada uno de nosotros guardamos luto en nuestra alma. Sabemos por qué en los alrededores de la estación hay gente merodeando. Sabemos por qué la señora del asiento de delante, se levanta para ojear por la ventana que da a las vías. Vemos las cámaras de televisión a punto de retransmitir en directo las huellas de la tragedia.
Nunca había estado en un tren tan silencioso. Incluso creo que oigo lejano el ruido del propio tren. Silencio absoluto. Nadie dice nada. Ni nos atrevemos a mirarnos unos a otros. En mi caso, apago la música en seguida que he llegado a la estación. ¿Símbolo de luto?
Ayer por la noche no pude evitar juzgar cuando una cantidad absurda de gente subía al tren abarrotándolo. Yo no pude evitar sentir alivio cuando toda la gente bajaba en la misma estación… Y ahora no puedo evitar pensar que alguna de las víctimas podría ser la persona que estaba sentada a mi lado en el tren, o delante… Aunque era un completo desconocido, sólo prefiero pensar que no es una de las víctimas.
Ajena al desastre mi tren continuó su camino… Ese camino que todos acabaremos cogiendo cuando el tiempo estienda su capa para relegar al olvido lo acontecido.
Subrayar un culpable no tiene sentido a estas alturas, sucedió así. Sólo me limito a escribir lo que ha pasado por mi mente en relación a un accidente que "casi me toca".

martes, 23 de febrero de 2010

Dicen que de noche... todo vale ¿?

Dicen que de noche todo vale. Dicen que los jóvenes somos unos desconsiderados. Dicen, dicen y dicen. Y al fin y al cabo sólo dictaminan.

Pues yo alzo la voz para decir que estoy cansada del trato de los porteros de las discotecas (a los que se denomina “seguratas, a mi parecer incluso la palabra que los designa es malsonante y ya designa el tipo de seguridad que llevan a cabo…).

Tengo 20 años y me gusta salir de marcha con mis amigas por las discotecas pero no comprendo el trato que recibimos por parte de esos individuos que trabajan de noche. Llevo ya mucho tiempo quejándome del despotismo que derrochan pero no es hasta hoy que decido sentarme a escribir sobre el tema porque el pasado sábado se produjo un incidente que fue el punto de inflexión que me animó a hacerlo.

Esa noche en cuestión mis amigas y yo entramos en la discoteca-pub MOON del Paseo Marítimo. Dos de nosotras nos dirigimos hacia los lavabos (entre ellas yo misma) y la cola que había en el servicio de señoras era inmensa. Pecamos al entrar en el lavabo de los chicos porque vimos que estaba vacío. Y, de repente, el portero de la discoteca entró en el lavabo de los chicos y empezó a golpear la puerta bruscamente hasta que, cuando el pestillo ya no estaba puesto, continuó golpeando de manera que la puerta le dio a la cara de mi amiga. El morado del golpe apareció en seguida sin dar tregua a la noche de fiesta. Cuando mi amiga se dirigió a pedirle explicaciones, el portero se limitó a echarle la culpa a ella sin tan siquiera disculparse por el morado. Acepto que se debe respetar la segregación de lavabos pero no pienso aceptar la actitud del personal de seguridad. La disculpa no tiene porque eximirse en su caso.


No entiendo como unos personajes corpulentos pueden tener la capacidad de decisión que tienen. Muchas veces deciden si entras o no en la discoteca por la primera impresión que tienen de ti (si eres chica y eres espectacular, no lo dudes que, aunque tengas 13 años, entrarás), se sacan normas de la manga cuando les viene en gana (de repente, el umbral de edad aumenta de 21 a 23 en un segundo, ¿no?). La cuestión es que no se puede tratar así a las personas sólo porque seas el segurata de una discoteca. Es lamentable que el poder que les legitima sea el de la fuerza (ya no sólo física sino que muchas veces en su mano está el poder disfrutar la noche con tus amigos o no) y la subjetividad con la que la aplican (adaptan sus criterios al instante). Creo que existe un desconocimiento absoluto sobre toda la serie de derechos y obligaciones que tienen ellos como personal de seguridad y nosotros como ciudadanos, clientes y, sobre todo, como personas. Hay que trabajar para que estas situaciones cambien. Hay que luchar para que aunque yo sea diminuta al lado de un segurata cuando me trate indiscriminadamente mi voz sea mucho más fuerte que la suya.



Hoy sólo alzo la voz para reivindicar que de noche no todo vale y que los jóvenes, ante todo, somos personas.

sábado, 13 de febrero de 2010

Carpe diem

Estoy cansada de que se me critique gratuitamente. Sólo me enjuician. Sin realmente conocerme y me producen un malestar continuo. Que más da como sea. Que más da cómo actúe. Qué más da cómo reaccione. Qué más da! La vida es un laberinto lleno de aventuras y experiencias increíbles como parar perder el tiempo criticando al resto de la gente. Que cada cual viva su vida lo mejor posible. Soy humana y, precisamente por ese motivo, me equivoco. Pero mis errores sólo me incumben a mí y a quien pueda dañar. El resto no debería perder su preciado tiempo analizándome.
El mundo ya está suficientemente lleno de problemas como para ir creando otros conflictos. Carpe diem, bona gent. Carpe diem.

miércoles, 27 de enero de 2010

SOPLA VIENTO!

Las palabras... se las lleva el viento. Vale. Permíteme poder darle al viento el placer de soplar!!
La única sensación que hoy me mantendría satisfecha sería en un escenario impoluto, lleno de objetos ordenados y sentir el placer de destruirlos.
Gritar, saltar, ROMPER!Coger un jarrón y... bluf! Tirarlo al suelo!Canicas volando! Cristales bailando en la atmósfera para acabar en añicos!!
Guerra abierta contigo misma y esos objetos destruibles.
El enemigo: quieto, esperando que tu decidas su destino.


Reír, brincar, DESTRUIR!
Patadas al aire. Permiso para destruirlo todo, desfogarse.
Ojalá existiera un lugar así =)
Dónde poder gritar sin ser juzgado. Dónde poder destruir sólo para desahogarte. Dónde poder bailar al son de tu alma. Dónde poder reírse de sí mismo. Donde poder hacer lo que sientes sin dañar a nadie. Dónde la maldad no tiene lugar. Dónde, al finalizar tu actuación, tienes dos opciones:
Reírte a carcajadas o romper a llorar; para acabar exhausta y caer en un profundo sueño.
El profundo sueño dónde eres lo más importante del universo =)


Al despertar, SERENIDAD

domingo, 10 de enero de 2010

Las primeras 24 horas

Las primeras 24 horas de mis vacaciones de Navidad '09-'10 vienen descritas a continuación. Este conjunto de sensación fueron las que fluyeron dentro de mi en un corto espacio de tiempo. Ojalá me ponga manos a la obra para poder llegar a expresar la cantidad de cosas que sucedieron a continuación de esas primeras 24h...

Trasnochar y que suene el despertador. No poder despertarte.
Morirte de frío pero coger fuerzas para experimentar, por última vez este año (siendo consciente de ello): Plaza Catuluña madrugando. Incluso tan pronto y en domingo, él nunca falla. Con sol o con lluvia, con frío, mucho frío, de ese que te hiela el alma, él está allí: cada mañana viendo amanecer Pza Cat, viendo pasar los días, reconociendo esa rutina de la que, incluso una gran ciudad como Barcelona, es incapaz de esquivar. =)
Sensaciones dispares dirección aeropuerto. Dulce espera con un relato by Paul Auster, nada mejor para pasar un buen momento.
Subir al cielo al mismo instante que el sol: imágenes para guardar en la retina!! Imposible no soñar!
Al aterrizar en la isla: desayuno familiar! EMPIEZA LA NAVIDAD! Villancicos a todo volumen, cuatro primas y un árbol que decorar! Repartición de tarears, unas bolas bonitas, otros lazos... Hay que capturar el momento: fotografías al instante derrochando ingenio, derrochando amor. Casa decorda, objetivo conseguido!
Próxima estación: Establiments! Reencuentro con el coche, mi gran amigo, mi gran espacio, mi alter ego.
Otro instante en el cual la música guía tus latidos, desvío hacia el camino bonito a petición expresa de la enana de la familia! Y... voilà! Cruzando la carretera el rebaño de ovejas, el cielo azul y... nosotras! =)
Comida casera que supera con creces el frío que hiela los huesos.
Siesta con beso y mimo parental incluido, un lujo de dioses! =)
Tarde familiar, chimenea encendida, overbooking en el salón, documental que nos traslada hasta el paraíso cubano! Oh yes, someday visitaré ese gran país! =) Reflexiones sobre las ironías de la vida...
Por fin llega el momento: introducción Vetusta Morla en el coche & me. Desconexión del mundo, apertura a mis pensamientos. INcapacidad para entender, sentimientos que palpan el ambiente y quieren salir, terror por no poder experimentar, por frenar esos impulsos, feliz por haber desenterrado sentimientos, cambio de chip en mi alma, único motivo que me hace sonreír pero derroche de incomprensión. Vetusta no miente pero la decisión no es suya, sólo aconseja y te susurra al oído cual es el camino hacia el mar. La magia transpira por los poros, el ambiente lo entiende.
El semáforo obliga a detenerse, la música a todo volumen y allí fuera empiezan a moverse a bailar con tu ritmo, sonreír y continuar con el ritmo es la mejor respuesta! =) Gran instánea! Alzar la mano con una sonrisa estampada en la cara para despedirme de mis amigos musicales! Considerar que no todos habrían tenido la misma respuesta, hace aumentar unas décimas la euforia del instante y mi autoestima.
Vuelta a Friday's: cambio de escenario, misma esencia! =) Abrazos pulgares!
Vuelta a casa para finalizar el día. Tan simple y austero como cotillear con tu abuela, mirar la serie del domingo e incluso perfumarte con el "eau de pet". Da igual, todo forma parte de ella. TODO. Es este el valor de la roca a la vera del Mediterráneo. Esta es la firma de Mallorca!