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lunes, 2 de septiembre de 2013

Depresión postvacacional? Son los padres

He llegado a una conclusión: no existe la depresión postvacacional. Menuda tontería que cuando se finalizan nuestro idílico paréntesis estival tengamos que estar deprimidos en nuestro puesto de trabajo, verdad? Aquella persona que realmente disfruta trabajando, no tiene depresión postvacacional. No existe tristeza alguna, porque realmente se está realizando una tarea en la que uno mismo se siente realizado. Y, cuando ocurre esto, se anhela volver al puesto de trabajo. El placer de volver a trazar los proyectos que nos motivan y experimentar el gozo de la rutina. Por supuesto que existe el derecho a sentir la melancolía por las vacaciones finalizadas pero se ve compensado por el sentido de la superación con nuevos objetivos.

Cuando realmente existe depresión postvacacional esta se debe al descontento en relación al trabajo realizado. Pasarse 8 horas realizando una tarea que no nos apasiona es el peor de los infiernos al que una persona puede enfrentarse día a día. El hecho de que no trascurran las horas y haya que “calentar la silla”, nos hace menos productivos y menos felices. Trabajos que desgastan y entristecen el alma.

Me produce tremenda tristeza apreciar que la mayoría de las personas tienen depresión postvacacional. Que el malestar laboral es un problema general. Que la sociedad es muy infeliz trabajando.


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